Desde el equipo de la revista Capítulo 73 queremos expresar no sólo nuestra más enérgica repulsa al genocidio que el Estado de Israel está llevando a cabo contra el pueblo palestino, sino nuestro rechazo a permanecer en la tibieza de la condena genérica de una “guerra” que no es tal. El mundo de la literatura, el cine, la música y otras artes no puede y no debe permanecer como un testigo silencioso ante el exterminio provocado por Israel, ya que la cultura es precisamente el medio más poderoso y universal para expresar en plena libertad las luchas, la historia, los miedos y la identidad de los seres humanos y los pueblos a los que pertenecen. El arte, sea cual sea su medio de expresión, está muy lejos de ser una forma de mero entretenimiento o preocupación por la estética. El arte puede llegar a ser una vía de transformación de la realidad.
Las cifras oficiales no pueden ser constantemente actualizadas en medio del caos de la violencia más extrema y siguen situando el número de víctimas del genocidio en torno a las 67 000 personas. Pese a ello, la relatora especial de Naciones Unidas para Palestina ha advertido que dicha cifra podría multiplicarse por diez, siendo la mayoría de las víctimas niños y niñas y reconociendo que se trata de un genocidio que tiene como objetivo exterminar a la población palestina por completo. Los bombardeos recurrentes no asesinan sólo a la población civil incluso en zonas declaradas seguras, sino que también afectan a infraestructuras como hospitales, colegios, y ambulancias, al tiempo que una empresa privada estadounidense controla el acceso de víveres y ayuda, condenando a la población a una hambruna mortal. La llamada “ofensiva” de Israel en Ciudad de Gaza no es parte de un plan de guerra, sino otra fase de un exterminio progresivo mientras continúa el desplazamiento forzado y los asentamientos ilegales de colonos israelíes en zonas como Cisjordania, contra los que se debe protestar por todos los medios.
Por supuesto, rechazamos cualquier acusación de “antisemitismo” que se haga en contra de quien repudia las acciones del Estado de Israel, a su vez financiado y armado por los cómplices principales de este genocidio, Estados Unidos y la Unión Europea. Resulta imposible separar a Israel de su identidad como proyecto colonial que, desde el año 1947, ha despojado violentamente a los palestinos de sus hogares y tierras, forzándoles a vivir bajo un régimen de apartheid y violando sistemáticamente sus derechos fundamentales. Historiadores y activistas de origen judío y/o israelí como Ilan Pappé ya han subrayado, en numerosas ocasiones, que el rechazo al sionismo no se corresponde en absoluto con el antisemitismo, una ideología aborrecible. Por otra parte, la barbarie cometida por Israel en los últimos dos años ha sido condenada como “crímenes de guerra” incluso por dos ex primeros ministros del país hebreo como Ehud Olmert y Ehud Barak.
A través de este texto no sólo pretendemos expresar nuestra condena, sino nuestro apoyo inquebrantable a todas las voces que hacen eco de esta masacre, especialmente a periodistas, autor@s y artistas de origen palestino que lucharon y luchan por hacerse oír. Desde nuestro pequeño altavoz en el mundo de la cultura, haremos todo lo posible para que sus obras y dedicación se den a conocer.
Enlaces de interés:
Red Universitaria por Palestina
Información sobre concentraciones y manifestaciones

Replica a Francisco Cancelar la respuesta