Líder de Extremoduro, pero también poeta de la calle, de la verbena y del escupitajo
Si «a un puto rayo que no cesa» le quito el «puto», entonces me queda Miguel Hernández. Esa es la dimensión de los ecos literarios en la música de Robe. Pero con una extrema y dura diferencia: que él le ponía correa a la poesía y la sacaba a pasear por la vereda de la puerta de atrás. Su salto constante entre lo lírico y lo soez, el casamiento entre las dos formas más descarnadas del lenguaje, la palabrota y el verso, es, personalmente, una dulce introducción al caos. Porque nadie duda de que Robe fuese un gran músico, la voz cantante de Extremoduro, nunca mejor dicho, pero su faceta poética no se quedaba atrás. Y es que, ya cuando en sus inicios denominó al rock como «transgresivo», era consciente de la intención de mandarnos a todos a tomar por culo, pero no de cómo iba a romper con el estereotipo de poeta clasicón: gabardinas gruesas, intelectuales de ateneos, fumadores de pipa, sentimentalistas de almohada… Y mientras el Robe para mí que ya está pedo. Bri bri bli bli…
Poesíadura
Son muchos los poetas que se pasean por las letras de Robe. El primero es Manuel Muñoz Sánchez (más conocido como Manolo Chinato), el que fue la gran inspiración para Robe y con el que trabajó durante mucho tiempo, mano a mano, hasta parir Ama, ama, ama y ensancha el alma en el 92, un poema de Chinato al que Extremoduro consiguió encajar en los pentagramas. Tal fue la importancia del uno para el otro y del otro para el uno, que en el 96 Extremoduro y Chinato se fusionaron junto con otro grupo que sería de vital importancia instrumental y que tenía a Fito Cabrales (Fito & Fitipaldis) a la cabeza: Platero y Tú. Y, por supuesto, a la hora de ponerle un nombre a la banda que formaron en común, ninguno de los tres grupos iba a quedarse sin su medio gramo. Así que la llamaron Extrechinato y Tú, banda de un solo álbum: Poesía básica, donde pondrían música a las letras de Chinato. Si desde entonces no se veía la vocación poética de Robe… pues mira, sinceramente, «que me entierren con la picha por fuera pa que se la coma un ratón».
Lo que al principio era un acercamiento a poetas de carácter más local o rurales como Chinato, pronto se asomaría a la lírica nacional de referencia, con menciones al mismísimo Antonio Machado en Buscando una luna. En esta, Robe toma prestados los últimos versos de Por tierras de España, poema perteneciente a Campos de Castilla:
«Llanuras bélicas y páramos de asceta
—no fue por estos campos el bíblico jardín—:
son tierras para el águila, un trozo de planeta
por donde cruza errante la sombra de Caín».Antonio Machado – Por tierras de España (Campos de Castilla)
Pero es que Robe, tan incontenible como siempre, en esa misma canción también hincó el hocico en la épica clásica de Homero: «Y, por las noches, ¿qué harás? Las paso descosiendo, aquí hay un arco por tensar».
Y otras de sus letras pringaron en los versos de la generación del 27:
«Subí al árbol más alto
Que tiene la alameda
Y vi miles de ojos
Dentro de mis tinieblasNosotras no las vemos,
Las hormigas comentan.
Y el caracol, mi vista
Sólo alcanza a las hierbas».Federico García Lorca – Los encuentros de un caracol aventurero
Sí, de Lorca. Forman parte de lo que el poeta del 27 tituló Los encuentros de un caracol aventurero y que Robe, más formalito el tío, los encabezó con el nombre de Puta. Y de la misma forma que «No me levanto ni me acuesto día que malvado cien veces no haya sido», para unos son versos de Miguel Hernández del poema De mal en peor, para otros son de Prometeo, Agila.
En otros grandes éxitos de Extremoduro, como Locura transitoria, aparecen referencias a Gustavo Adolfo Bécquer, poeta del Romanticismo tardío: «Y vi a las astutas golondrinas/ Colgar, de tu balcón, su nido», pero claro, Robe en su canción dice verlas «Tirao en la calle, en una esquina». Será el suyo otro tipo de romanticismo, me supongo.
Y no solo mete a los poetas en callejas; para los novelistas, también tenía guerra. Títulos como Caballero andante son alusiones al Quijote de Cervantes o, mismamente, el nombre de su última gira: «Ni santos ni inocentes» (a la que tuve la grandísima suerte de ir) es un guiño a la novela Los santos inocentes de Delibes, pero con un tono, cómo no, de rebelde sin Dios.
Ahora bien, el nivel poético de Robe no solo se nota en los mordiscos que le metió a los libros y en sus referencias a ciertos autores, sino en su propia construcción poética y en su manera de recitar. De todos los ejemplos que podría elegir, escogeré solo uno: Stand by. Porque en la métrica de esta canción lo mismo arranca con cuatro octasílabos clásicos propios de la lírica popular, dos en consonante y dos en asonante, pa variar, que salta a versos de arte mayor (hexadecasílabos), para luego cerrar con uno de arte menor. Y más tarde en el estribillo, vuelta a los cuatro octasílabos que no llegan a ser una redondilla perfecta (abba), una estrofita castellana (porque no todos riman en consonante), ni Robe lo quiso así, porque, pese o gracias a ello, todos a Extremoduro lo tatareamos igual. Por algo la mitad de Stand by es más recitada que cantada, y es ahí donde se ve que el extremeño no podía ser músico sin ser antes poeta.
Un poeta folclórico para todos los públicos
Para todos los públicos. Así era él. Por eso donde más se ha reflejado su ausencia no ha sido en Spotify, sino en los que guardamos las viejas y roídas camisetas de Extremoduro en algún cajón, en las verbenas de los pueblos, en los garitos ibéricos y en las radios de los coches más tronchaos. Y la clave está en que Robe no es solo alguien a quien se le pueda escuchar, o incluso leer, sino alguien que enseguida se vuelve parte de tu día a día: sopa de Robe, caldo del duro.
Fue un artista que decidió bajarse de los lomos de lo académico para que todos pudiésemos disfrutar de su poesía básica, cuya música lo mismo ambientaba un botellón que una jota extremeña, porque cuando uno hace hincapié en las costumbres es fácil acostumbrarse a él. Su temática es el rollo de siempre: amoríos y desamores, la muerte, las putadas y las guarradas, los excesos, la droga y el pueblo. Como él mismo decía: «Cantaba con el corazón» y «Las banderas de mi casa son la ropa tendía». Así conseguía atravesar edades, géneros y culturas. Esa es la fuerza del folclore en Robe.
En principio parecería raro identificarse con alguien que está contra todos, que no se casa con nadie, que hace lo que le da la gana, que cuando le preguntaban por su opinión, contestaba con sorna: «Quieres que te diga lo que quieres escuchar o lo que pienso realmente», pero es que, en el fondo, alguien así, alguien que se defiende a sí mismo por encima del resto, es alguien que defiende la autenticidad para todos. Siendo único pregonaba la unicidad de los demás. Por eso hablaba con su público, compartían gapos, insultos y burlas. Y si cantaba en falda, pelos revueltos y con camisetas de manga larga que nunca llegaban a la muñeca, no era por hacerse el hombre pájaro, sino porque defendía que cada uno volase a su manera.
Agradecimientos personales
Y yo solo puedo decir que gracias por tanto Robe. Gracias por ser una de esas inspiraciones a la hora de escribir y de pensar, por no exigirle una vestimenta adecuada al lenguaje, por darle un lugar a lo que no se quiere escuchar, por usar el arte para despertar conciencias, por escupir idioma… Porque no hay nada más bonito que ponerle correa a la poesía y sacarla, como a un chucho, nuestro querido chucho, a pasear.
Y ahora que Robe no está, «¿alguien tiene un plan para salvar el mundo?».
Bibliografía
- Bécquer, G. A. (2011). Rimas y leyendas. Alianza. (Obra original publicada en 1871)
- Calamonte, P. (2025, 10 de diciembre). Los inicios folclóricos de Robe Iniesta en Extremoduro. Radiolé. https://www.radiole.com/2025/los-inicios-folcloricos-de-robe-en-extremoduro-59848.html
- Extremoduro. (1992). Deltoya [Álbum]. DRO
- Extremoduro. (1996). Agila [Álbum]. DRO
- Extremoduro. (2002). Yo, minoría absoluta [Álbum]. DRO
- Extremoduro. (2008). La ley innata [Álbum]. Universal Music Spain
- Extrechinato y Tú. (2001). Poesía básica [Álbum]. DRO
- García Lorca, F. (2008). Primeras canciones. Cátedra. (Obra original publicada en 1921)
- Hernández, M. (2010). El rayo que no cesa. Austral. (Obra original publicada en 1936)
- Homero. (2008). La Odisea (L. Segalá y Estalella, Trad.). Espasa-Calpe. (Obra original compuesta ca. siglo VIII a. C.)
- Machado, A. (2007). Campos de Castilla. Cátedra. (Obra original publicada en 1912)
- Marcos, C. (2025, 14 de diciembre). Robe: retrato íntimo del poeta de lo marginal que se transformó en filósofo del alma. El País. https://elpais.com/cultura/2025-12-14/robe-retrato-intimo-del-poeta-de-lo-marginal-que-se-transformo-en-filosofo-del-alma.html

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