Reseña y reflexiones
Vale.
Tardé 14 días en leerme el poemario por completo, tras añadir anotaciones y subrayados inconscientes. Dos semanas de incendios mentales.
Vale…
La literatura de Pol Guasch la relaciono con la quemadura, a veces en carne viva, otras cicatrizada y otras en el mismo proceso de quemar, otras veces es un hielo con sal en la palma de la mano. La Parte Del Fuego creo que vive entre una ampolla casi curada y una postilla que nunca llega a cicatrizar porque la tocas con los dedos y te la quitas antes de tiempo. En el prólogo a la edición original DI AMOR, Marina Garcés dice <<Amarse es dar cobijo y no dejarse castigar>>. Tras releer el poemario atisbo un ansia por dar cobijo, pero lo de dejar el castigo… tengo mis dudas.
Desde ese empezar, HISTORIA DE LA DESTRUCCIÓN hasta el remate ENVÍOS, noto un resquemor de algo finalizado, profundo, cocinado a fuego lento pero que alcanza gran temperatura en el interior. Esa profundidad, que siempre la he relacionado al frío del fondo marino, aparece aquí como una hondura de pensamiento amoroso carbonizado. Me sentí a gusto leyendo a Pol Guasch. Me sentí a gusto leyéndolo porque parece que le escribe a alguien. Yo peco mucho de escribirle a gente y es en algunos de sus textos en los que veo ese reflejo. Un lago que busca una piedra que rompa su reflejo.
<< […] del infierno el cielo el mundo las cortinas agujereadas […] >> Pol Guasch, LA PARTE DEL FUEGO.
Me interesó mucho su manera de intercalar los textos. Las CANCIONES y luego los ESBOZOS y luego POEMA DEL FIN. Ojalá hablaran de la potencial destrucción como una canción y más adelante de los esbozos previos para llegar a ese fin. Hay frases que tengo en mente desde que abrí el libro, que dejan claro la temática amorosa del poemario. <<No se trata, pues, de menospreciar el amor, cuando se acaba, sino de comprenderlo y ver por qué sólo se lo puede comprender menospreciándolo>>.
También es muy corpóreo todo lo que ocurre en el libro, casi escultórico ¿no?
Te pregunto porque espero que lo leas. Compartir el dolor es algo cristiano pero la compasión vista en <<te doy el mío, me das el tuyo, nos miramos con dolor desconocido, y al contar hasta tres, nos decimos, al contar un, dos, tres, lo estrujamos con fuerza como queriendo hacer un día luminoso, de esta noche>> va más de empatía que de sacar las castañas del fuego a quién comparte cuerpo contigo. No por nada, si no que al tratar al otro como cuerpo propio, el dolor se comparte más allá del sentimiento. Se siente como propio. Si te caes, me caigo yo, entonces nos caemos los dos, entonces… ¿Por qué no tirarnos al vacío juntos? Total, si somos lo mismo.
Esto son apuntes del texto, PRIMER ESBOZO escritos directamente en el libro:
Texto que parece sacado de una película policíaca. La nieve en la ciudad es sucia, no es blanca, es gris amorronado, tierra entre las alcantarillas fundidas en falsas ilusiones, su reflejo es amarillento al amanecer le roba vida y tiempo, cada segundo de nieve es un susurro que no te dije ni que me dijiste.
– De noche no hay nieve -.

Mi psicóloga no le hará gracia saber que leí este libro. Un libro en el que se rememoran pasados y que vive en los y si, y si, y si… que habla de finales potenciales y de finales que no pasarán, habla de huir, de ecos absurdos, de oír de lejos, de ver las huellas, de los hubiera o hubiese, de las verdades que encajan en la forma de tu rostro, de la tentativa, de sentir la llama y la guía. Este libro habla más de la fe de lo que crees. Es un intento, pero de verdad, es una tirada de dardos y una ronda de tiro con arco, pero de verdad. No un intentarlo por probar, es un puro empeño, que puede ser fallido o no.
<<Hay ríos de lava incubándose en la oreja, maldita: hace tiempo ya que no oigo nada” Eso debería haber escrito como dedicatoria a una carta que nunca tuvo respuesta>>. Pol Guasch, LA PARTE DEL FUEGO
Me alegra tener este libro porque lo noto como un texto a la deriva en busca de ser encontrado, me topé con él en una librería de Bilbao y lo encontré como una botella flotando en el Océano Pacífico. Ahora bien, los textos de Pol Guasch queman, pero son acuosos y chapotean en las profundidades de lagos de hielo, hielo y fuego. <<No buscaremos ni el agua en el fondo del lago>>.

Tengo la metáfora perfecta para este libro. LA PARTE DEL FUEGO es como el Lago Vostok. Un lago bajo 4 kilómetros de nieve y hielo en la Antártida Oriental, oculto por el frío y la quemazón. Me gusta que Pol hable de partes del cuerpo como son las manos o las yemas de los dedos. Son zonas que notan muy bien el calor y el frío. Esto es capricho personal, como lo es prácticamente todo, pero la luz coagulada en las yemas de los dedos de la que habla Pol Guasch es tan inimaginable como sensible como palpable como besable. Puede que sean sus zonas de calor. Las yemas de los dedos, de tocar el otro cuerpo, de habitar el otro cuerpo, de notar el otro cuerpo.
Como “el miembro fantasmal del incendio” digo que me uní a esté libro como una lengua a un hielo.
Bibliografía
Guasch, P. (2022). La parte del fuego (M. H. Nácher, Trad.). Ultramarinos Editorial. (Obra original publicada en catalán en 2021 como La part del foc).

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