Capítulo 73 publica la carta de un joven artista nicaragüense de 16 años que reflexiona sobre su tiempo y sobre su país
Jaime Rivas Carvajal
Soy Jaime Rivas Carvajal y creo que hablo por muchos cuando afirmo que existen numerosos obstáculos que nos impiden convertirnos en lo que realmente deseamos ser.
Desde niños, nuestra imaginación vuela alto: queremos ser astronautas, viajeros, famosos o, en mi caso, veterinario. Sin embargo, pronto nos enfrentamos a la cruda realidad de que, a menudo, nuestras aspiraciones no parecen viables para el futuro. Desde una temprana edad, nuestro entorno comienza a limitarnos, y al crecer, la realidad nos obliga a poner los pies sobre la tierra.
Este año me graduaré de mi bachillerato técnico en administración de empresas. He logrado estudiar más de diez cursos, a pesar de que el límite anual en Nicaragua es de dos. Soy un artista en crecimiento en el medio nicaragüense, con aspiraciones de convertirme en un gran escritor, poeta, orador, mentor, dibujante, pintor y actor. También he explorado el arte como alfarero, intérprete, cuentacuentos, compositor, entre otras muchas facetas.
Esto nos lleva a enfrentar diversas problemáticas sociales, familiares, escolares, emocionales, sentimentales y económicas, que a medida que crecemos, aumentan su peso con preguntas como qué será de nosotros en el futuro, ya sea tomando decisiones acertadas o equivocadas que puedan retrasar o incluso impedir nuestro progreso.
Como joven nicaragüense, puedo decir que:
- Mis metas son tan grandes que los demás siempre destacan lo difíciles y casi imposibles que parecen. Sin embargo, debemos recordar que esos comentarios provienen de su perspectiva y experiencia, no de la nuestra.
- Los problemas familiares que niños y jóvenes presencian pueden generar debilidades emocionales y mentales. Como alguien que ha vivido esto, les digo: evitemos perpetuar este ciclo con las próximas generaciones. A quienes lo hemos experimentado, quizás seguimos tratando de arreglar nuestro mundo, pero también podemos ayudar a transformar el de otros. Seamos la voz que les diga a los niños y jóvenes que no es su responsabilidad cargar con las voces, acciones y consecuencias de los mayores. Joven, todo lo que has pasado es parte de un proceso más grande, y sé que eres capaz de lograr todo lo que te propongas.
- La escuela no es solo un lugar para aprender y hacer amigos, sino también un espacio donde enfrentamos bullying, inseguridades, miedos, ego y desafíos académicos.
- A menudo, el corazón nos puede fallar en diferentes situaciones y momentos, afectando nuestra inteligencia emocional. Pero cuando logramos conectar el corazón, la mente y el alma, sabrás que sos un espíritu valiente, resiliente, inteligente, bondadoso y sobre todo, que somos capaces.
- Desde pequeños, nos adaptamos a nuestro entorno, carencias y situaciones. Pero cuando desarrollamos nuestra conciencia, comprendemos que podemos adaptarnos pero no conformarnos. Desde muy joven, tengo claro que saldré adelante y lideraré con mi historia. Muchos se ven afectados por la economía, pero no debemos rendirnos. Seamos el cambio que queremos ver, y así podremos devolver a la comunidad cuando sea necesario.
Hoy, con 16 años, he comprendido que podemos dominar la máquina humana para alcanzar grandes cosas. Debemos prepararnos espiritual, intelectual, física y mentalmente.
LIBERACIÓN – Jaime Enrique Rivas Carvajal
LIBERACIÓN es una obra que, más allá de ser un simple proceso creativo, es una pieza cargada, al igual que una persona. Si exploramos la psicología del color, podremos formular teorías sobre su concepto: un reflejo del interior de quien lo mira, intentando hacerse consciente de la situación que está atravesando, esa que lleva oculta entre líneas negras.
Al igual que LIBERACIÓN, cada persona lleva en su interior una variedad de colores que representan recuerdos, momentos, situaciones, emociones y sentimientos. Es un cuadro formado por la perfección de la imperfección, cargado de colores de todo tipo: oscuros, claros, opacos, brillantes y resaltantes.
El liberar es aprender a utilizar lo que sueltas y dejas atrás para formar algo nuevo, lleno de historia y concepto. Es una LIBERACIÓN del pasado, presente y futuro, confiando en tus colores: disciplina, resiliencia, adaptación, bondad, respeto, inteligencia y esfuerzo.
A la persona que lea esto, quiero decirte que sos más de lo que pensás y de lo que la gente logra notar. Tus errores y caídas también son parte del proceso, cada obstáculo úsalo para ganar más fuerza, conocimiento, sabiduría y experiencia, porque depende de vos escribir tu historia. Usa tus fortalezas, capacidades, habilidades y talentos para contrarrestar tus debilidades y abrir puerta a nuevas oportunidades.
Para eso, estoy creando mi propia organización, EVANVIMAR, que tiene como objetivo ayudar a las personas a adquirir conocimientos y utilizar sus talentos y habilidades para lograr el autoconocimiento y comprender de qué son capaces, esto a través de charlas, talleres y proyectos.
Espero pronto estar frente a un gran público contando mi historia, una historia que apenas está comenzando. Como nicaragüense, conozco las pruebas que enfrentamos a diario, y no hay mejor liderazgo que el de alguien que ha vivido lo mismo que su gente. Nicaragua, pronto todos seremos líderes que inspiren. No importa cuánto tiempo me tome lograrlo, prometo ayudar a las próximas generaciones a que su camino sea más fácil y con más poder para cambiar nuestro país.
Somos Nicaragua, tierra de gente trabajadora, llena de carácter y bondad.

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