Esta novela está plagada de innumerables píldoras de belleza
Hay novelistas, hay poetas, hay poetas que hacen novelas y novelistas que tratan de escribir poesía. Ninguno de ellos es mejor que el otro, pero, ciertamente, resulta muy sencillo distinguir quién es quién. En este caso, Ocean Vuong no es un poeta únicamente porque el grueso de su obra se desarrolle en verso, sino porque esa cadencia y la mirada poética que trae consigo permea incluso cuando escribe en prosa. En la tierra somos fugazmente gloriosos es una novela, efectivamente, pero, en esencia, se trata de un libro de poesía. Su carácter caótico y desorganizado -como lo son los recuerdos- lo hacen muy semejante a una antología de poemas. La primera persona y la intimidad que es capaz de generar hacen que la relación autor-lector sea mucho más estrecha de lo que suele serlo en el género novelístico.
La obra, en formato de carta dirigida a Rosa (hồng), su madre, es narrada por «Perro Pequeño» y, en ella, va transitando, con la caricia de las metáforas y el colchón ficticio de la memoria, por los acontecimientos más relevantes de las vidas de ambos y de su abuela, Lan. En el caso de ambas mujeres, el terror inoculado en sus mentes por la Guerra de Vietnam y las atrocidades que sufrieron en el trascurso de la misma pervivirán hasta el final de sus vidas. El perdón y el rencor que el protagonista manifiesta hacia su madre es el fiel retrato de la contradicción establecida entre el cariño y el odio cuando se sufren maltratos dentro del seno familiar. Además, la entrada en escena de Trevor, con quien Perro Pequeño descubrirá el significado de la sexualidad y el amor, acompaña a la novela de una ternura y un dramatismo de incomparable belleza.
1.
«¿Cuándo puedo decir tu nombre y que solo signifique tu nombre y no lo que dejaste atrás?»
2.
«Caí en la cuenta de que estábamos intercambiando verdades, lo que equivale a decir que nos estábamos hiriendo»
3.
«Creo que la herida es también el lugar dónde la piel se reencuentra a sí misma, donde dos bordes se preguntan “¿Dónde has estado?”»
4.
«La memoria es una segunda oportunidad»
5.
«Te echo de menos más de lo que me acuerdo de ti»
6.
«No estoy contigo porque estoy en guerra con todo salvo contigo»
7.
«Si me olvidas es que has ido demasiado lejos. Da la vuelta»
8.
«¿Qué llegamos a ser el uno para el otro sino aquello que nos hicimos el uno al otro?»
9.
«Porque la libertad, me han dicho, no es más que la distancia entre el cazador y su presa»
10.
«A veces, que te ofrezcan ternura lo sientes como la prueba fehaciente de que te han dejado maltrecho.»

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