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Ding ding: Aa Miriam te ha enviado un vídeo de Llados. Cinco consejos para conseguir tu primer millón. Esta es la imagen del éxito: coches, mujeres a tu alrededor, estas a un millón de alcanzarlo. Te ríes. Nadie puede tomarse esto en serio, ¿no?. Scroll, scroll: Llados y derivados. Alfas, betas. Consejos para ser un hombre de verdad y conquistar mujeres de verdad. Esto es ser un hombre y el resto pringados, y el resto incels, y el resto betas.
En 2014, Elliot Rodger asesinó a siete personas y hirió a más de veinte. Elliot Rodger asesinó a siete personas para castigar a las mujeres por rechazarlo. Elliot Rodger asesinó a siete personas porque consideraba que el sexo es un derecho, que le correspondía, que debían responder ante él -la sociedad, las mujeres, otros hombres-. Y esto lo dijo en internet, lo publicó, asesinó a siete personas y ahora otros hombres matan en nombre de Rodger y matan en nombre de su derecho al sexo.
En 2018, Alek Minassian anunció en Facebook la llegada de la revolución incel. Luego arrolló con una furgoneta a una veintena de personas dejando diez muertos. Alek Minassian quería castigar a las mujeres por rechazarlo y a los hombres y a su millón de euros y a sus coches por ser algo que él no podía ser -o reproducir- y que consideraba un derecho.
Scroll scroll: un meme, una cita de no sé qué libro, un frame de no sé qué peli indie, selfies de gente que sigues pero no conoces, un hombre insultando a las mujeres y culpando al feminismo de no sé qué mal suyo, una foto de un ciervo y un gato, hombres critican a la influencer de turno por romper su relación con el otro influencer o streamer o lo que sea de turno, otro meme, vídeo de hombres grabando su podcast y hablando de invertir y hablando de lo que es una mujer de verdad y vuelta a señalar no sé qué mal suyo por culpa del feminismo.
La manosfera traspasa todo algoritmo, se posiciona y te recuerda que hay hombres que matan para castigar a las mujeres. La manosfera pretende recoger a todas aquellas comunidades virtuales a las que les une la misoginia, una visión nihilista del mundo y la certeza de que sus privilegios se están desmoronando -no sé yo hasta que punto-. Los integrantes de estas comunidades se consideran a sí mismos como activistas por los Derechos de los Hombres y tratan de reclamar espacios y privilegios que consideran como robados. Y de nuevo, culpan a las mujeres y al feminismo de no sé qué mal suyo.
La manosfera es amplia, profunda, compleja y con su propia mitología según la comunidad. Sin embargo, misoginia y tendencias ultraderechistas se aúnan. Pese a que se trata de un fenómeno transnacional, estas comunidades encuentran sus raíces en Estados Unidos. Gala Hernández en su documental La mecánica de los fluidos acerca de la comunidad incel muestra el testimonio de un joven que participa en las comunidades incels y que acaba suicidándose dejando como último alegato: la culpa de mi muerte la tiene Estados Unidos.
Hernández explora la tristeza que invade internet, la tristeza que produce encontrarse solo, incapaz de reproducir ese millón de euros , esos coches y no sé qué discurso del hombre de verdad. La frustración que produce quedar fuera del circuito laboral, ese espacio masculinizado históricamente. Y sin embargo, pese a la tristeza, pese a la pérdida de salud mental y el abandono del sistema, pese a la precariedad y de nuevo el abandono del sistema, no se señala al sistema ni esa idea de masculinidad que habla de la fuerza y del derecho a imponerse. Y sin embargo, internet se llena de hombres tristes, de hombres enfadados por la pérdida de un poder que consideran legítimo, de una misoginia que traspasa todo algoritmo, de una tristeza que traspasa todo algoritmo.

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