La conversación amorosa se rompe y salta. Mira, mira he visto esto y he pensado en ti. Mira, mira esto me gusta y creo que como yo te gusto, a ti también te gustará.
Ding ding: Aa Encarna te ha enviado un mensaje (Carrie Bradshaw y Miranda Hobbes comiéndose un bollo en un banco). Tú y yo, ¿a que sí? Ding ding: Aa Miriam te ha enviado una canción: Así bailaba – Amaia y Rigoberta Bandini. Dios, esta canción habla de nosotras. Ding ding: Aa Javi ha compartido contigo un enlace a una lista en Letterbox. 10 películas para vernos juntos mientras nos damos la mano.
Roland Barthes en Fragmentos de un discurso amoroso definió la declaración de amor como “la propensión del sujeto amoroso a conversar abundantemente, con una emoción contenida, con el ser amado acerca de su amor, de él, de sí mismo, de ellos: la declaración no versa sobre la confesión de amor; sino sobre la forma, infinitamente comentada, de la relación amorosa.”
La forma infinitamente comentada. La propensión a conversar abundantemente. Pienso: mi declaración de amor tiene la forma de un post de @kawaiiposting. Tú y yo. Tú y yo. Supongo que esto también es algo infinitamente comentado. Pienso: la conversación amorosa se opone a la linealidad. La conversación amorosa comienza de tu casa a la mía. De tu casa a la mía hay 25 minutos en metro. De tu casa a la mía hay 3 canciones de Fiona Apple, 5 canciones de Mazzy Star. De tu casa a la mía hay 25 minutos en los que no escucho tu voz pero sí otras voces que se asimilan a esa forma nuestra infinitamente comentada.
La conversación amorosa se opone a la linealidad. Comienza con 3 canciones de Fiona Apple, salta hacia un reel de dos sylvanians cultivando un huerto. Tú y yo. Se rompe. La conversación amorosa se rompe y salta. Mira, mira he visto esto y he pensado en ti. Mira, mira esto me gusta y creo que como yo te gusto, a ti también te gustará. Mira, mira. Mi conversación amorosa se bifurca. Ding ding: Has recibido 7 links a Spotify, 4 imágenes de Jane Birkin y Serge Gainsbourg, de Anna Karina y Godard, de Selena Gomez y Justin Beirber, de Alexa Chung y Alex Turner.
Dolly Alderton escribió en Todo final es un comienzo: “Y luego nos conocimos y nos enamoramos y nos lo enseñamos todo, como niños que se enseñan sus juguetes favoritos. Ese instinto nunca desaparece: mira mi camión de bomberos, mira mi colección de vinilos. Mira todas estas cosas que he elegido para representar quién soy. Era divertido descubrir la cultura que cada uno había creado y construir otra híbrida a lo largo de años de comer, ver, leer, escuchar, dormir y vivir juntos”.
Construir una cultura híbrida. Abro Pinterest. Crear nuevo tablero. De nuevo, tú y yo, o lo que es lo mismo Javier Bardem y Penélope Cruz en Jamón, Jamón, o lo que es lo mismo, Fiona Apple y Paul Thomas Anderson, o lo que es lo mismo, Before Sunrise, o lo que es lo mismo, una playa napolitana, o lo que es lo mismo, dos gatitos (uno blanco y otro marrón), dos flores (una margarita y una amapola), dos graffitis, dos ventanas (cada una de un color). una manzana y una naranja. unas uvas y unas cerezas. Tú y yo, tú y yo.
Silvina Ocampo escribió: “Amar a alguien no es bastante y tal vez por previsión, para no perder nunca lo amado, se aprende a amar todo aquello que lo rodea cuando se está con él. La bufanda que tenía puesta, la camisa, el pañuelo, la almohada donde se reclinan las cabezas”.
El lenguaje es una piel, dice Barthes. Amar a alguien no es bastante, dice Ocampo. El amor se extiende, envuelve, se diluye, rompe, atraviesa, agrieta, abraza, rodea todo aquello que el sujeto amoroso toca. Amar a alguien no es bastante y amar a alguien se opone a la linealidad. Y rompe y salta y Ding Ding y Mira, mira y tú y yo y, ¿me querrías si fuera un gusano?, y ¿me querrías si fuera un pan tostado?, y y y. Pienso: mi declaración de amor es un intento de recoger todo aquello que somos, que nos gustaría ser, todo proyecto, oportunidad, una lista, una forma infinitamente comentada. Mi declaración de amor se pregunta: ¿me querrías si fuera un gusano? Y espera escuchar, por supuesto por supuesto, no hay otra manera. Esa es ahora nuestra cultura de amor. Kafka y las hipérboles, gatitos, huertos, playlists, post rosas, purpurina, collages, fragmentos de libros, el verso de Mariano Blatt que dice “El amor no debe quedarse quieto”, porque amar se opone a la linealidad. Y salta, y ocupa todos los espacios.
CAPÍTULO 73 
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