68 metros cuadrados

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Ding Ding: Idealista tiene tres habitaciones perfectas esperando para ti. Pero no esperaran mucho. Corre. Ding Ding: nuevo piso disponible en tu zona: 68 metros cuadrados, tres habitaciones, baño, terraza. ¿Tres habitaciones y una terraza? Corre, corre. Mira las fotos ¿Cuánto hay de luz natural y cuánto hay de foco? Corre, corre. Se escapa. Quién no quiere vivir con dos desconocidos en un espacio de 68 metros cuadrados con tres meses de alquiler adelantados. Ding ding: El tiempo en Madrid es de 34 grados. No olvides donde estás.

Anna Pacheco dijo algo así como: “Tenemos casas en la cabeza y luego, todo lo demás”. Idea Vilariño habla de la pérdida y esto no es otra cosa que la imposibilidad de vivir juntos: “No viviremos juntos […] Ya no sabré dónde vives, ni con quien”. Mi amiga Ana dice que estamos atrapadas en un ciclo de búsqueda-mudanza-búsqueda-mudanza.

Escribo tweet: Toda la vida queriendo ser Anne Hathaway en El diablo se viste de Prada pero en su bossy/glamour/chic era no en su con el noviecito al fin del mundo era para ahora estar manifestando un juramento de amor eterno, es decir, una casa en propiedad. Borradores.

Haber escapado de tu ciudad de provincias con 18 años tiene un precio a pagar. Haber escapado de tu ciudad de provincias en busca de oportunidades o algo así, de experiencias o algo así tiene un precio a pagar. Ding ding: Idealista tiene tres habitaciones perfectas esperando para ti. Es decir, sin luz natural, es decir, sin amueblar, es decir, sin escritorio o mesilla, es decir sin cualquier cosa donde puedas dejar una prueba de que has ocupado ese
espacio.

Abro notas: “y vuelvo a casa/ digo: esta ciudad está podrida/ y sin embargo, no quiero irme / y sin embargo, cada vez paso menos tiempo aquí/ hay neceseres que no deshago / mi habitación es un almacén / en junio tengo que elegir qué libros quiero amontonar en esta habitación-almacén y qué libros quiero llevarme a esa habitación donde vivo ahora y finjo que es perfecta / que no podría haber conseguido nada mejor / me monto en el bus / hace 34 grados en Madrid /no podría haber conseguido nada mejor / No existe / No puedo pagarlo / Mi habitación perfecta es probablemente ahora un airbnb”

Con 28 años mis padres tenían su casa propia, un adosado en una ciudad de provincias, que ahora es un catálogo de Ikea porque las casas en propiedad se pueden permitir cambiar y adaptarse a Marie Kondo, a Gwyneth Paltrow o a Dakota Johnson. Y sin embargo, ese adosado que sé que nunca tendré demuestra en cada una de sus esquinas que ahí vive gente, que hay hábitos que se repiten, que hay sitios donde siempre tienes que poner las llaves, o tu vaso. Hay una esquina de la encimera blanca del adosado de ikea que está destinada a poner las tazas de café. El adosado de ikea de ciudad de provincias te permite tener objetos favoritos, como una taza, y tener un sitio para ponerlos, una esquina.

El salón de mi piso de alquiler no tiene ni una sola prueba de que ahí viven tres estudiantes. Hay una cláusula en el contrato que nos impide pegar posters, cambiar las cosas de orden, es decir, ajustar el espacio a nuestras preferencias, ajustar el espacio a nuestra forma. En un año vivirán aquí otros estudiantes y no tendrán ni una sola certeza de quiénes estuvieron antes, de quiénes hicieron toda su vida en torno a ese salón que no se puede modificar.

Javi dice que su hiperfijación son los vídeos de las celebrities enseñando su casa. ¿Cuántos minutos al día le dedico a pensar en la cocina verde de Dakota Johnson? Ding ding: Has consumido tu tiempo establecido. Repito: Tenemos casas en la cabeza y luego, todo lo demás.

Entro en Spotify, escribo Idea Vilariño en el buscador, escucho su voz diciendo “ni cómo hubiera sido / vivir juntos / querernos/ esperarnos /estar”. Pienso: estar enamorada es tratar de encajar la casa que tienes en la cabeza con la casa que tiene el otro. El amor es querer tener una esquina en la encimera blanca del ikea donde apoyar las tazas. Le prometo a mis amigas casas donde viviremos juntas, donde tendremos esquinas propias. Le prometo a mis amigas vivir juntas para siempre. Y entro en Idealista y el mundo después del piso de estudiantes en Madrid Sur es un mundo para dos. Y no hay forma de cuadrar esa promesa a las amigas. Y no hay forma de tener luz natural. Y todo lo que tengo que hacer es tratar de cuadrar mi casa con la de no sé qué interés romántico. Juramento de amor eterno, una casa en propiedad. De nuevo, hace 34 grados, no olvides dónde estás.

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